Las nuevas generaciones se caracterizan por estar mejor preparadas para desarrollarse profesionalmente en entornos globales e hiperconectados gracias a la tecnología. Ahora bien, ¿qué estrategias deben adoptar las empresas para atraer al talento joven y fidelizarlo?
Horarios flexibles, posibilidad de trabajar en remoto (o en entornos híbridos, como se denominan ahora), planes de desarrollo personalizados, oportunidades de desarrollo, un salario competitivo y una cultura organizacional que apueste por la diversidad y la inclusión. Estos serían a grandes rasgos algunos de los factores mejor valorados por los empleados jóvenes en la empresa.
Se trata de elementos que pueden servir para diseñar una propuesta de valor como empleador lo suficientemente atractiva para, después, proyectarla hacia el exterior, bien a través de las páginas web bien a través de las redes sociales de la compañía, dos de los canales que los empleados más jóvenes consultan a menudo para conocer la cultura corporativa de las empresas. De hecho, para un 79% de las compañías Top Employers en España esas RRSS son ya una parte fundamental de su estrategia de selección, con lo que el match entre empleador y empleado podría darse ya en este nuevo escenario.
Remuneración justa y reconocimiento para atraer al talento joven
atraer al talento joven
Las nuevas generaciones tienen claro que no viven solo para trabajar. De ahí que no solo valoren la flexibilidad laboral y las opciones de conciliación de su lugar de trabajo, sino que esperan obtener un salario competitivo, justo y en sintonía con el puesto y la función llevadas a cabo, que les permita asimismo viajar, disfrutar y socializar. La parte de la socialización también esperan poderla llevar a cabo en la misma empresa a través del trabajo colaborativo y en equipo, con perfiles cuanto más diversos mejor. Al fin y al cabo, la mayoría del aprendizaje que obtenemos a lo largo de nuestra carrera proviene de nuestras tareas diarias y de la interacción con los demás.
La satisfacción y el engagement del talento joven también se incrementarán si en el seno de la compañía se practica un liderazgo basado en los valores. Si el líder se muestra accesible, practica la escucha activa, se preocupa por las inquietudes y aspiraciones de sus subordinados e, igual que repasa sus áreas de mejora, en las evaluaciones de desempeño también hace hincapié en sus logros y potencial, el empleado se sentirá valorado y motivado para dar lo mejor de sí mismo. El reconocimiento, pues, se convierte en otro factor de interés para los millennials y centennials, que actualmente ya representan el 60% de la población mundial.
Implicación con el entorno
Las inquietudes de estas nuevas generaciones no solo se limitan al plano laboral y personal. Y es que los jóvenes también se preocupan de su entorno más próximo, desde la propia empresa, que esperan que sea un lugar que promueva la diversidad y la igualdad de oportunidades, hasta la sociedad en la que habitan. De ahí que uno de los principales alicientes para que estos se decanten por una empresa u otra sea el impacto positivo que esta genera en el entorno. Al menos lo es para tres de cada cuatro empleados millennials, quienes afirman valorar especialmente la posibilidad de contribuir desde su puesto de trabajo a acciones sociales.
Generar un buen clima laboral, donde se promueva la autonomía y creatividad de estos profesionales más jóvenes, es la última baza para fidelizar a este colectivo. La comunicación, dotar de un propósito al trabajo, que parte de su remuneración sea en forma de salario emocional, las oportunidades de desarrollo y los planes formativos personalizados serán elementos que favorezcan ya no solo este clima laboral, sino la felicidad laboral de los empleados más jóvenes. Y como ya sabemos, los empleados felices son también los más productivos, así que, a sabiendas también de que las nuevas generaciones son las que suelen estar mejor preparadas, vale la pena contar con ellos para crear una empresa más competitiva.