La valoración de una empresa es un proceso complicado que tiene un impacto significativo en la toma de decisiones empresariales, la gestión de recursos y la relación con inversores. Es esencial contar con expertos financieros y contables para realizar valoraciones precisas y confiables que respalden el éxito y la estabilidad de la empresa.
Si está pensando en cuanto vale su empresa, debe saber que es un proceso complicado que tiene un impacto significativo en la toma de decisiones empresariales, la gestión de recursos y la relación con inversores.
Entendemos por valor de la empresa el valor del conjunto de elementos, materiales, inmateriales y humanos que integran o constituyen la empresa. Se trata de un valor o precio de conjunto, de la empresa como organización, que incluye no sólo el valor en el presente de los diferentes bienes, derechos y obligaciones integrantes de su patrimonio, sino también las expectativas acerca de los beneficios que se espera que la empresa genere en el futuro.
La valoración de una empresa es un proceso fundamental en el mundo empresarial por varias razones clave, y su importancia radica en los siguientes motivos:
- Toma de decisiones estratégicas: La valoración de una empresa proporciona información crucial para la toma de decisiones estratégicas. Ayuda a los propietarios, directivos y accionistas a comprender el valor actual de la empresa, lo que les permite tomar decisiones informadas sobre la expansión, inversión, fusiones, adquisiciones o venta de la empresa.
- Negociaciones de compra-venta: En el contexto de la compra o venta de una empresa, la valoración es esencial. Tanto los compradores como los vendedores necesitan conocer el valor real de la empresa para negociar un precio justo y equitativo.
- Financiamiento: Cuando una empresa busca financiamiento, ya sea a través de préstamos, emisión de acciones o inversionistas, la valoración es un factor crítico. Los inversionistas desean comprender la valoración de la empresa antes de invertir su capital.
- Planificación financiera: La valoración de una empresa es un componente esencial en la planificación financiera a largo plazo. Permite a las empresas establecer objetivos financieros realistas y desarrollar estrategias para alcanzar esos objetivos.
- Gestión eficiente de recursos: Conocer el valor de la empresa es vital para una gestión eficiente de los recursos. Permite a los directivos asignar recursos de manera más efectiva y priorizar proyectos que generen un mayor retorno de la inversión.
- Cumplimiento legal y fiscal: Existen regulaciones fiscales y legales que requieren una valoración precisa de la empresa en ciertas situaciones, como transacciones comerciales, herencias o litigios. Cumplir con estas regulaciones es fundamental para evitar problemas legales y fiscales.
- Medición del rendimiento: La valoración es una herramienta útil para medir el rendimiento de la empresa a lo largo del tiempo. Comparar el valor actual con valoraciones previas puede ayudar a evaluar el éxito de las estrategias empresariales.
- Gestión del riesgo: La valoración también puede ayudar a identificar riesgos y debilidades en la empresa. Un valor inferior al esperado puede indicar problemas financieros o estructurales que deben abordarse.
- Evaluación de oportunidades de inversión: Para los inversionistas, evaluar el valor de una empresa es esencial para determinar si una inversión potencial es adecuada y si proporcionará un rendimiento adecuado.
Para obtener un resultado lo más realista posible, es necesario actuar de la manera más precisa posible para dar una idea lo más fiable posible de dicho valor.
Como hemos vistos, el valor de una empresa es una métrica esencial que puede influir en una variedad de decisiones, desde transacciones comerciales hasta la planificación financiera. Por lo tanto, es importante comprender los métodos y factores clave que intervienen en este proceso.
Métodos para calcular el valor de una empresa
El valor de una empresa se calcula a través de los siguientes 5 parámetros (para determinar el valor de la empresa se han formulado múltiples métodos o modelos, si bien ninguno de ellos goza de general aceptación, porque todo problema de valoración tiene una componente subjetiva y entraña, por tanto, por lo regular, un elevado margen de relatividad):
A.- El valor contable
El valor contable de una empresa expresa la cotización de esta empresa en términos de contabilidad. Este parámetro se consigue de restar al activo total de la empresa su respectivo pasivo.
B.- El múltiplo de las ventas
Se basa en el importe de compra ofrecido recientemente por otra empresa de características semejantes que ya ha sido vendida, aplicando el mismo factor a la empresa que se desee tasar.
C.- El valor de liquidación
En este caso, para obtener este valor, se debe sumar las porciones individuales de la empresa en una determinada fecha, restando deudas y provisiones de obligado cumplimiento por la empresa.
D.- El valor de los dividendos
Para alcanzar este factor, se debe dividir el rédito de cada acción por el último precio de la acción.
E.- El valor de los beneficios (PER)
A través de este método se obtiene la proporción entre el precio de la acción y los dividendos por acción. Por ejemplo, un PER de valor 3 significa que la inversión inicial solo se amortizará después de 3 años de beneficios acumulados.