Las normas de la UE sobre transparencia salarial obliga a las empresas a hacer públicas las nóminas en ciertas condiciones. La fecha límite para que las empresas se adapten será el próximo 7 de julio de 2026.
La Unión Europea (UE) está impulsando normas comunes sobre transparencia retributiva, el principio de igualdad de retribución entre hombres y mujeres por un mismo trabajo.
En virtud de la última directiva aprobada al respecto, las empresas estarán obligadas a facilitar información sobre los salarios y a tomar medidas si su brecha retributiva de género supera el 5%, es decir, que en puestos de trabajo de la misma categoría, la diferencia de sueldo entre sexos sea superior a este porcentaje.
La Directiva aprobada en abril de 2023 por el Consejo Europeo también incluye disposiciones sobre la indemnización a las víctimas de discriminación retributiva, y sobre sanciones, incluidas multas, a los empleadores que infrinjan las normas.
Según argumenta el organismo, «la transparencia retributiva puede contribuir a empoderar a los trabajadores para hacer valer su derecho a la igualdad de retribución entre hombres y mujeres por un mismo trabajo o por un trabajo de igual valor, a través de un conjunto de medidas vinculantes».
Por ello se ha determinado que la falta de transparencia es uno de los principales obstáculos para cerrar la brecha retributiva entre hombres y mujeres, que en 2020 se mantuvo en un promedio del 13%.
Estas normas obligarán a los empleadores a informar a los solicitantes de empleo sobre el salario inicial o la banda retributiva de los puestos que se ofrezcan, ya sea en el anuncio de vacante o antes de la entrevista.
También se impedirá que los empleadores pregunten a los solicitantes sobre su historial retributivo.
Una vez ocupen el cargo, los trabajadores tendrán derecho a pedir a sus empleadores información sobre:
- Los niveles retributivos medios, desglosados por sexo, para las categorías de empleados que realicen el mismo trabajo o un trabajo de igual valor;
- Los criterios utilizados para determinar la retribución y la progresión de la carrera profesional, que deben ser objetivos y neutros con respecto al género.
Las nuevas medidas deberán llegar a todos los Estados miembros hasta el día 7 de junio de 2026. Desde esta fecha como muy tarde, las empresas con más de 250 empleados deberán informar anualmente a la autoridad nacional pertinente sobre la brecha retributiva de género de su organización.
En el caso de las organizaciones más pequeñas, la obligación de facilitar esta información se cumplirá cada tres años; salvo para aquellas con menos de 100 empleados, que no tendrán obligación de informar.
Si el informe revela una diferencia retributiva superior al 5 % que no pueda justificarse por criterios objetivos y neutros con respecto al género, las empresas deberán adoptar medidas, concretamente realizar una evaluación retributiva conjunta en colaboración con los representantes de los trabajadores.
Los trabajadores que sufran una discriminación retributiva por razón de género también podrán recibir una indemnización que incluirá la recuperación íntegra de los atrasos y las primas o los pagos en especie correspondientes.
El Parlamento Europeo y el Consejo llegaron a un acuerdo político el 15 de diciembre de 2022, y el Parlamento Europeo adoptó la Directiva en el Pleno del 30 de marzo de 2023.
El Consejo adoptó la Directiva sobre transparencia retributiva el 24 de abril de 2023 y y desde el día de su publicación en el Diario Oficial de la UE, los países de la UE dispondrán entonces de hasta tres años para trasponer la Directiva adaptando su legislación nacional para tener en cuenta las nuevas normas.
Dos años después de la fecha límite de transposición, la obligación de informar cada tres años sobre la brecha de género se hará extensiva a las empresas que empleen a más de 100 trabajadores (inicialmente, la obligación de informar solo se aplicará a las empresas con 150 o más empleados).